Cuando tienes a alguien en tu vida que siempre está dispuesto a hablar contigo aunque sean las 5:00h de la mañana; cuando tienes a alguien que sabes que te dará su mejor opinión acerca de las dudas que le plantees; cuando tienes a alguien que por nada que te diga ya te sale esa sonrisa cortada entre dientes; cuando sabes que esa persona da por ti más de lo que tiene...
Hay momentos en la vida en los que se te cruzan cierto tipo de personas que nos marcan un antes y un después. Esas personas llegan a ti de un modo inesperado, en un lugar inesperado y sin darte cuenta, acabas formando parte de esa persona.
¿Pero qué pasa? Que conforme va pasando el tiempo y sigues teniendo contacto con esa persona, vas notando que cada día te hace un poquito más de falta. Que cuando te da un toque al móvil hace que sonrías; que cuando suena el tono de Whatsapp y aparece su nombre se te olvida absolutamente todo lo que hay a tu alrededor. También pasa que antes de conocer a esa persona, tus gastos sólo se basaban en comprarte ropa, en irte de fiesta con tus amigos... y ahora es cuando eso cambia. Ahora tus gastos se centran en darle lo mejor, en invitarle a salir a tomaros algo, en ir al cine, y eso marca un antes y un después.
Hay muchísimos tipos de personas en el mundo pero para que dos personas se enamoren hacen falta muchos pasos. -una cosa es querer y otra cosa es amar.
Querer a una persona es saber que tienes a esa persona ahí para lo que te haga falta, que siempre que estás mal te ayuda y te da su opinión, aquella persona que lo sabe casi todo de ti y encima te sigue apoyando en tus decisiones. Y amar es algo muy diferente...
Se ama a alguien cuando sabes que esa persona te hace falta; cuando abres el Tuenti y lo primero que haces es ver si está o no conectada, cuando suena el teléfono y deseas que sea esa persona; cuando estás con esa persona y por muchas gilipolleces que digáis os acabáis riendo como dos tontos.
Se ama a una persona cuando dejas que tenga su espacio, sus amigos, sus salidas, sus entradas y no perturbas su felicidad prohibiéndole de aquello que le gusta hacer. Se ama a una persona cuando no te importa donde se vaya de fiesta con sus amigos y tu no vayas con el porque tienes tanta confianza en esa persona, que lo único que te importa es que se lo pase bien, no lo que pueda hacer.
Se ama a una persona cuando te hace 30 minutos de cosquillas en la espalda y aun así sigue aunque se le caiga la mano del cansancio porque lo único que quiere es tocarte.
Se ama a una persona cuando estás con ella en un lugar tranquilo y pones en el móvil canciones de amor, indirectamente para que ella las escuche, pero sin tu decirle nada.
Se ama a una persona cuando sabes que esa persona es perfecta en todos los sentidos en los que la conoces, aunque tenga el defecto más tonto, como el de llegar tarde a los sitios.
Se ama a una persona cuando desea que pase rápido la semana para que llegue el Sábado y puedas verla.
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